Peter y Michael, criados en las calles de Filadelfia, son hijos de miembros de la mafia irlandesa, unidos para siempre por los crímenes de sus padres. 30 años después, Michael dirige la organización criminal y ansía más poder, sus peligrosas payasadas a menudo son controladas por su cauteloso primo Peter. Atormentado por la muerte de su hermana, cuyo fallecimiento destruyó a sus padres, Peter está atrapado entre los sueños de la infancia y la realidad de su vida como ejecutor. Su único refugio es un gimnasio de boxeo local, un santuario que se ve rápidamente amenazado cuando el deseo de control de Michael se intensifica.
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